miércoles, 16 de noviembre de 2016

¿Por qué es importante el desarrollo de una buena autoestima?



Mucho se suele hablar y decir de la autoestima… existen tratados, libros y una enorme cantidad de artículos al respecto,  pero… ¿Por qué es tan importante el desarrollo de una buena autoestima?

La respuesta la encontramos en destacadas autoridades como por ejemplo Henry David Thoreau que haciendo referencia a la autoestima nos dice: “Lo que una persona piensa de sí misma es lo que determina o indica su destino.” Por su parte James Allen en su brillante libro “Como el hombre piensa”. Nos dice “El universo no nos da lo que nosotros queremos, sino lo que somos”, por último y como una forma de citar a verdaderas autoridades nos viene a la memoria Emmanuel Kant, quien en su libro “Critica de la Razón Pura” nos dice: “El exterior es el reflejo del interior”. En conclusión, esa valoración que tenemos sobre nosotros mismos, (autoestima), definitivamente impactará en todos los órdenes de nuestra vida. Determinará la persona que somos, porque nos lleva a decidir la carrera, emprender un trabajo, conseguir amigos, frecuentar espacios y lugares, elegir una pareja, etc.

Ahora bien…

Una persona con alta autoestima siente que se les quiere y aprecia, por lo tanto tiene mejores relaciones, son más sociables, son más proclives a pedir ayuda y apoyo a los amigos y la familia cuando la necesitan. Confían y creen firmemente en que pueden alcanzar sus objetivos y solucionar problemas y tienden a rendir más en sus actividades. Por lo tanto tener una buena autoestima le permite al individuo aceptarse a sí mismo y a vivir la vida de una forma plena.

¿Qué ocurre cuando existen problemas de autoestima?

Las personas que tienen una imagen pobre de sí mismas, tienden a relacionarse y/o involucrarse en situaciones complejas que con seguridad les suele generar infelicidad. Por ejemplo cuando conocen a alguien que los trata bien, que las aprecia y se brindan hacia ellas, éstas hacen todo lo posible, (y lo imposible también), para estropear esa relación. En pocas palabras… se transforman en sus propios saboteadores.

Algunos Indicadores de alta y baja autoestima

Autoestima alta: Siente paz interna, se establecen metas realistas, se desarrolla la amistad y las relaciones armoniosas, se sabe aceptar a sí mismo con sus luces y sombras, se es tolerante y comprensivo, se es optimista.

Autoestima baja: Anticipa resultados negativos, va en busca de objetivos no realistas, se establece relaciones complejas y competitivas, se tiende a comparar permanentemente con los demás, acusa a los otros y busca hacerlos sentir culpables, aislamientos, timidez, no se expresa lo que se siente, pesimismo, narcisismo, egocentrismo.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA

viernes, 23 de septiembre de 2016

Los quiebres en la vida



Cuando el hombre puede cuestionarse los problemas de su vida, es porque ya tiene la base para poder resolverlos. Solo necesita el cambio.

Muchas veces, en el momento de presentarnos ante alguien, solemos decir "está todo bien"… pero en realidad sabemos que existen temas a resolver, o bien, espacios que requieren de nuestra atención, sin embargo daría la sensación que no los reconocemos, entonces, nos quedamos esperando como si ellos se pudieran solucionar solos.

La realidad nos señala que estos espacios no solo necesitan de nuestra atención, sino que además, es imperioso que sepamos declarar nuestros quiebres si no queremos seguir en un círculo de confort que nos terminará por asfixiar a la larga o a la corta.

Pero… ¿Qué es un quiebre?

Podemos distinguir a un quiebre como a la posibilidad de decir BASTA cuando no queremos más algo que nos está ocurriendo.

Por otro lado la declaración del quiebre está profundamente relacionada con el tiempo que transcurre entre el momento en que necesitamos decir basta y el momento en que podemos hacerlo.

Es de destacar que muchas veces dejamos postergada esa posibilidad por falta de atención, y no nos damos cuenta que, de no dirigir nuestra mirada al tema que debemos resolver, ese momento no llega nunca a menos que lo hagamos llegar nosotros mismos, en consecuencia, es probable que nos esteriotipemos y sin darnos cuenta impedimos, no solo la posibilidad de un cambio, sino también, nos privamos de la posibilidad de aprender. Dicho con otras palabras… sin quiebres no hay aprendizaje ni crecimiento.

Lo cierto es que los quiebres permiten que aquello que era invisible ante nuestros ojos, hasta un determinado momento, ahora se nos hace patente y presente.

Un quiebre es una interrupción en el fluir mecánico de nuestra vida mediante una toma de conciencia en un campo específico que antes no identificábamos. Es cuando lo automático del devenir de la vida, es interrumpido por un momento de atención, luz y conciencia.

Ahora bien…

Es importante destacar que no podemos confundir la palabra quiebre con problema, ya que la palabra problema trae, en sí misma, una connotación negativa, mientras que la palabra quiebre puede ser algo positivo.

El problema deja una sola alternativa que es resolverlo, pero nunca lo dejaremos de ver como un problema. Sin embargo, cuando vivimos los hechos desde la óptica de un quiebre, lo interpretamos como una oportunidad.

Sin duda que muchos de los "problemas" que vivimos se disolverían, como tales, si supiéramos tomarlos como verdaderas oportunidades, pero para ello debemos variar el juicio y la interpretación que hacemos del hecho. Expresado con otras palabras, debemos dejar de buscar soluciones a nuestros problemas para empezar a trabajar en las oportunidades que los hechos y las circunstancias nos brindan.

Si cambiamos nuestros juicios de valor, cambian nuestras conversaciones intrapersonales, y en consecuencia haremos de nuestra vida un mundo distinto.

"Los problemas siempre nos acompañaron. El problema no es el problema, el problema reside en la forma que la gente los encara. Esto es lo que destruye a las personas, no el problema. Entonces, cuando aprendemos a encararlos de una manera distinta, lo manejamos de una manera distinta y se tornan distintos”. Virginia Satir
Me gustaría llevarlo en este momento a un espacio de reflexión:

¿Está todo bien en su vida?, ¿En todas las áreas?, ¿Qué es lo que aún esta tolerando?, ¿Hasta cuándo piensa no darle importancia a ese tema?, ¿Cuándo se va a animar a decir BASTA para tener la oportunidad de volver a empezar?

Recuerde que cuanto más dilate esa declaración del quiebre, no solo se estará privando de la posibilidad de aprender y cambiar, sino que la situación cada día se irá tornando más agónica y asfixiante.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA

martes, 20 de septiembre de 2016

El Perdón


¿Con qué personas estás resentido?, ¿A quiénes no puedes perdonar?

Seguro que alguna vez has sabido escuchar que es necesario perdonar, porque esta es la clave para liberarte. Pero… ¿Qué es perdonar?

¿Acaso perdonar es sinónimo de amnesia?... Cuántas veces hemos escuchado que perdonar es olvidar? y me pregunto… ¿será tan cierto eso?... ¿Si olvidamos lo ocurrido, no corremos el riesgo de volver a padecer una y otra vez lo que en su momento nos lastimó, ya sea con la misma persona, con otras, o con uno mismo?...

Entonces... ¿Qué es perdonar?

Definitivamente es necesario comprender que el perdón, desde nuestra óptica, redime al ofensor de sus culpas y a partir de allí nos liberamos de las ataduras.

Uno puedo decidir perdonar a alguien, que no está arrepentido del daño ocacionado, ya que quizás si tuviese una nueva oportunidad lo volvería a hacer, más sin embargo el olvido frente a este hecho sería no capitalizar dicha experiencia, en cambio el perdón si nos permite aprender.

Hemos escuchado muchas veces la frase: "yo perdono, pero no olvido", y cuando ello sucede también solemos escuchar que si no olvidamos es porque no hemos perdonado, pero esto es un error, como ya dijimos, el perdón no implica olvidar. El perdón no produce amnesia, no es indispensable que olvidemos para perdonar, puedo perdonar y estar consciente del daño que se me hizo, pero he decidido que ya no me va a afectar más en mi vida.

Hay un punto muy importante, y es que somos dueños de la decisión de perdonar. Entonces decidimos voluntaria y conscientemente ya no traer al presente las cosas pasadas, incluso nos mantenemos firmes en no criticar, ni agredir a la persona que nos ofendió. Sin embargo, no podemos decidir dejar de sentir; lo que si podemos hacer es no permanecer en el sufrimiento.

Cuando usted decida perdonar de una vez a alguien, es indispensable que lo confiese con su boca, no piense en el perdón, declare el perdón, no importa que usted esté sólo, quizás va en su cómodo automóvil escuchando música y piense: "si, yo necesito perdonar”, “yo quiero perdonar”.

Pero no es suficiente que usted lo piense, hay que confesarlo con su boca, aunque usted esté sólo en un lugar, que salga de su boca libremente. Hay una marcada diferencia entre pensarlo y hablarlo; con nuestra boca tenemos el poder para la vida y el poder para la muerte, poder para atar y poder para desatar. ¡Confiéselo!, cuando lo hable, sienta esa libertad, ese peso extra que se va, seguramente acompañado de lágrimas, de tristeza y de llanto, pero finalmente un ser libre.

Dimensiones del Perdón:

El Perdón puede ser:
  1. Hacia un tercero.
  2. Hacia uno mismo.
Los pasos principales para perdonar a alguien son los siguientes:
  1. Si la carga emocional es muy fuerte y nos sobrepasa es saludable tomar distancia.
  2. Habiendo procedido, frente al hecho como indica el paso anterior, luego debemos identificar con plenitud la herida específica que nos provocaron, (que nos hirió y donde nos afectó), como así también a la persona que lo hizo. Esto es muy importante ya que generalmente cuando nos sentimos ofendidos, descargamos nuestras emociones en personas que nada tuvieron que ver con el hecho, y generalmente son nuestros seres más cercanos y queridos, a quienes a su vez dañamos al no poder manejar nuestras emociones.
  3. El Perdón se basa en la aceptación de lo que pasó y este paso hace referencia a ello.
  4. Una vez identificada la emoción y al ofensor, confesamos el perdón con la boca aunque usted esté sólo. Y esto se potencia más si lo escribimos. No tiene que ir a decírselo a aquella persona necesariamente; lo puede hacer en privacidad donde se encuentre en ese momento. El motivo por el cual no es necesario comunicárselo al ofensor es porque podemos recibir como respuesta "pues mira, si pudiera volvería a hacerlo" como así también puede ocurrir que la persona haya partido y no tengamos la posibilidad de volver a verla.
  5. Cuando el perdón esta orientado hacia uno mismo o hacia un tercero el cual reconoció su ofensa es importante la reparación para que quede completo y cerrado el perdón. Esto significa que el ofensor exprese su compromiso de no volver a repetir la herida u ofensa causada.
  6. Para finalizar este proceso del Perdón y, habiendo transitado por todos los pasos anteriores, se requiere transformar el dolor o herida en un aprendizaje y crecimiento personal. Esto implica preguntarse ¿Qué he aprendido de esta experiencia?... Quizás, entre otras cosas, uno comprende la naturaleza de las personas. “El fuego quema y la electricidad patea”, al comprender esto, entonces nos hacemos más previsores. Pero además podemos trascender lo vivenciado, compadeciéndose por el dolor que el ofensor experimenta. Esto implica un acto de AMOR y GENEROSIDAD que solo lo puede hacer una persona que cuente con verdadera libertad interior.
Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

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martes, 6 de septiembre de 2016

Eleva tu nivel de Ser y crea una vida fascinante.



Suelo señalar mucho en mis clases que aunque parezca increíble uno de los ámbitos donde más podemos aprender son los cotidianos, es decir, aquéllos donde accionamos diariamente. Sin embargo... ¿Cuánto hace que no le ponemos consciencia? Existen muchas actitudes y comportamientos que hemos aprendido desde nuestra más tierna infancia, más sin embargo no los revisamos.

Probablemente creemos que porque lo hacemos cotidianamente, sabemos hacerlo. Pero, por ejemplo, ¿cómo está tu postura corporal en este momento?, ¿Cómo estas respirando?… ¿por la boca quizás... o por la nariz?, ¿Hay tensión en tus hombros o espalda? ¿Cómo sientes tus brazos y tus manos?

Pero esto no es todo. ¿Y si pasamos a otros ámbitos?...

¿Cómo te vinculas con la gente que te rodea?, ¿Desde dónde lo haces?, ¿Cómo son tus conversaciones?, Cuándo enfrentas un conflicto, ¿cómo reaccionas?... ¿Te pones tenso, agresivo, o guardas silencios? ¿Cómo son tus conversaciones personales contigo mismo en esos instantes?

Es importante tener en cuenta que el primer paso para poder administrar algo es comprenderlo, como así también, detectar dónde nuestras capacidades pueden ser mejoradas... y para ello es condición sine qua non, tomar conciencia de quien estoy siendo y quien puedo llegar a SER.

Este proceso requiere también entender la brecha entre nuestras competencias actuales y todas las competencias posibles que podríamos desarrollar en el mismo ámbito en el cual nos movemos.

Vale entonces preguntarnos ¿en qué ámbitos de mi vida no estoy siendo consciente de una posibilidad de aprendizaje?, ¿En qué áreas que aún no estoy viendo, puedo mejorar y aprender nuevas posibilidades?

Qué difícil es aprender algo nuevo, cuando pretendemos hacer las cosas solos, perfectas y en la primera vez!, ¡Qué difícil es aprender algo nuevo, cuando no damos (o no nos damos) permiso para equivocarnos!, ¡Qué difícil es aprender algo nuevo, cuando pretendemos saberlo todo! Y... qué difícil se hace vivir en este tiempo de cambios, con esta dificultad para aprender.

Como adultos, estamos habituados a aprender nuevas técnicas, nuevos conocimientos, nuevas disciplinas. Sin embargo, muchas veces, al llevar estos conocimientos a la experiencia, a la vida cotidiana, suceden cosas distintas de las que esperábamos. Y los resultados que pretendíamos obtener, no llegan. Se nos dificulta llevar a la acción, incorporar en nosotros dicho aprendizaje.

En esta época vivimos en una tendencia a buscar el "cómo hacer" determinada cosa, en buscar "la receta" y muchas veces nos olvidamos del "quién hace". Entonces, sucede que, "los 10 secretos para ser feliz" o "los 10 secretos para la empresa super rentable" no están funcionando. Sin desvalorizar la importancia de lo técnico, proponemos poner el foco en la persona, equipo u organización que buscan cierto resultado.

Antes de preguntarnos ¿cómo se hace?, es importante preguntarse ¿quién estoy/estamos siendo? ¿Qué estoy/estamos viendo? ¿Qué es lo que NO estoy/estamos viendo?, ¿Cuáles son mis/nuestras dificultades? ¿Qué me/nos pasó en una experiencia anterior?, ¿Cuáles son mis/nuestras tendencias?, ¿Qué costos estoy/estamos dispuestos a pagar por aprender?

Tanto en el ámbito personal, como así también en el  empresarial y social, la posibilidad de lograr los resultados que nos importan dependen de las acciones que realizamos. Lo que a veces olvidamos es que no hay acción sin actor, no hay acción en abstracto. La acción, y por ende, el resultado a producir, depende enteramente de quien la lleva a cabo. Dicho con otras palabras, las circunstancias que nos rodean están para aprender y descubrir todas nuestras potencialidades, si huimos de ellas o las rechazamos, solo estamos evitando aprender un poco más de nuestro SER.

En conclusión... eleva tu nivel se SER y crea una vida fascinante, porque conforme vayamos aprendiendo, las circunstancias nos irán acompañando y reflejando. Si tu nivel de SER crece, tu standart no puede seguir igual.

Emmanuel Kant decía: "El exterior solo es el reflejo del interior"... Si tu aprendes y cambias el exterior también cambiará.  

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

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lunes, 15 de agosto de 2016

¿Que es la vocación?

¿Qué es la vocación?... ¿Quizás puede ser interpretada como un trabajo o actividad profesional?... ¿La vocación se aprende o se descubre?... Este y muchos otros interrogantes son importantes que vayamos dilucidando, porque aquí esta en juego, ni más ni menos, que nuestra propia autorealización.

En primera instancia debemos decir que la palabra vocación, proviene del latín vocatio, que significa llamada interior, pero para avanzar en referencia a lo planteado, me voy a detener por un instante en un hecho que me ocurrió mientras estaba llevando adelante una disertación sobre la misión de vida, que indudablemente está muy emparentada con la vocación. 


En esa oportunidad un asistente me preguntó:

-Si Messi hubiese nacido a principios de la edad media ¿podría haber desarrollado su vocación?

Esto me llevó a comprender que se estaba dando por entendido que a la vocación de Messi, como así también le de cualquier otra persona, se la estaba interpretando en base al desarrollo específico de una actividad profesional, comercial o empresarial. Entonces, ¿Podríamos decir que la vocación de Messi es la de ser jugador de futbol?... si y no 

Pero vayamos despacio, para poder comprender mejor estos conceptos…

Al estudiar al individuo en su código genético y su relación con el entorno, podemos observar que la vocación está más íntimamente relacionada con los potenciales del individuo en cada una de sus inteligencias, en tanto que el entorno solo le ofrecerá, según su tiempo y espacio, las actividades para poder expresarla y desarrollarla. Es decir que la actividad en sí misma solo opera como disparadora de la vocación. Dicho con otras palabras, si Messi hubiese nacido en la edad media y su tiempo y espacio no le ofrecían la posibilidad de ser jugador de fútbol, se podía haber inclinado hacia otra actividad o disciplina atlética, acorde a su época, que le hubiese permitido destacarse como lo hace hoy en el fútbol, y en tal sentido, haber logrado su autorealización.

Ahora bien…

En función de lo expresado, podemos comprender que la vocación tiene mucho más que ver con un perfil genético que con una profesión específica. Además, esto nos permite llegar a la conclusión que la vocación no se inventa, ni se aprende, sino que se descubre.

Cuando analizamos al sujeto en cada una de sus inteligencia podemos ver que no todos tenemos el mismo potencial. Según el Psicólogo Howard Garner, autor de la teoría de las inteligencias múltiples, señala nueve tipos de inteligencias, a saber:
  1. Inteligencia lógica-matemática
  2. Inteligencia lingüística
  3. Inteligencia musical
  4. Inteligencia intrapersonal
  5. Inteligencia interpersonal
  6. Inteligencia espacial
  7. Inteligencia kinestésica
  8. Inteligencia naturalista
  9. Inteligencia emocional.
En función de la variación de potenciales en cada una de ellas y sus consecuentes combinaciones le dan al individuo lo que podríamos llamar una auténtica huella digital.

Por eso decimos que la vocación no se inventa, ni se aprende, la vocación se descubre… y para que ello sea posible, es condición sine qua non el conocimiento de uno mismo.

Cuando una persona descubre sus lados fuertes desde el punto de vista genético, luego lo asume y lo implementa por medio de alguna actividad en su proyecto de vida, entonces, comienza a transitar por un sendero de inmenso placer y autorealización.

¿Qué es entonces la vocación? La vocación es un eje de placer extraordinario que permite la máxima autorealización del individuo. Es sumar todos sus lados fuertes en donde puede aportar lo mejor de sí mismo.

Ahora bien…

Aquí hay tres pasos fundamentales que tenemos que tener en cuenta… El primero de ellos consiste en descubrir la vocación, que como ya dijimos es atravesar un proceso de autoconocimiento. El segundo paso es asumir la vocación y saber pararse sobre ese eje de fortalezas internas. Esta etapa requiere por parte del individuo mucha valentía, ya que la vocación está inscrita en sus genes, pero en muchos casos se deberá cuestionar y afrontar mandatos sociales y familiares.

Hay profesiones que tienen más estatus social que otras y puede ocurrir que los familiares del individuo presionen para que éste sea tal o cual cosa, cuando en realidad esa actividad que le proponen no se corresponde con sus mejores potencialidades. Por ejemplo, es común observar que los padres influyen para que sus hijos se vuelquen hacia las profesiones tradicionales; medicina, abogacía, ingeniería, arquitectura, etc. cuando en realidad toda su potencialidad puede estar pasando por otro tipo de actividades.

A veces me pregunto si todos los estudiantes que cursan las carreras tradicionales, en realidad responden a su verdadera vocación, (llamada interior como decíamos al comienzo) o a mandatos sociales.

Es importante señalar que cuando una persona elije una actividad como disparadora para satisfacer su vocación, está en condiciones de ofrecer a la sociedad sus mejores capacidades, las mejores opciones de productividad, aportación a la sociedad y de realización en todos los sentidos. Es por ello que en muchas oportunidades cuando los padres presionan a sus hijos para desarrollarse en una profesión, sin importarle si se corresponde o no con sus potencialidades y solo pensando en ese estatus social, lo que están gestando es un futuro profesional frustrado.

La pregunta que yo les haría en ese caso es… ¿Qué prefieres?... ¿Un hijo médico/abogado/ingeniero/etc. o un hijo feliz?

Habiendo atravesado estas dos primeras etapas, la tercera sería implementar una actividad, profesión o proyecto, que satisfaga las necesidades de autorrealización del sujeto en su vocación y teniendo en cuenta aquello que la misma sociedad le ofrece en su tiempo y lugar.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

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martes, 9 de agosto de 2016

Neurotrucos para la salud #1

¿Sabías que ser altruista es bueno para la salud?

Según una investigación llevada adelante en la facultad de Psicología de la universidad de British Columbia, en Canadá, le permitió observar a los investigadores que el altruismo constituye una herramienta importantísima en nuestra salud.

Para llegar a esta conclusión, los científicos hicieron una selección de 106 estudiantes de la ciudad de Vancover, tras numerosas entrevistas y exámenes médicos. Posteriormente se les informó a los elegidos que participarían de un voluntariado. Para ello, se los dividió en dos grupos. Al primero se le solicitó que queden a la espera hasta que sean informados del inicio de las actividades, en tanto que al segundo, se les indicó en forma inmediata que debían comenzar. Las actividades consistían en ayudar a niños del nivel primario en sus tareas escolares.


Luego de transcurrido el lapso acordado, los jóvenes que habían asistido a los pequeños para que mejorar en sus tareas, se verificó que los niveles de colesterol habían descendido, pero además, los estudios revelaron que aquellos estudiantes que más valoraron las tareas que se les había encomendado, sintiendo mayor empatía con los niños, alcanzaron los indicadores más favorables para su salud. 

Esto nos viene a demostrar que ayudar es una excelente manera de ayudarnos a nosotros mismos, y como si esto fuera poco, contribuimos a un mundo más bello.

La educación y comprensión de nuestra condición social deberían ser un tema para tener muy en cuenta y de carácter trascendente en todo ámbito educativo y organizacional. Dicho con otras palabras, somos sujetos sociales, y este estudio revela el principio de nuestra naturaleza.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
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miércoles, 3 de agosto de 2016

¿Si no tuvieras miedo que harías?



En cierta oportunidad me senté a conversar con mi maestro y me preguntó…

-¿Qué es lo opuesto al amor?

Rápidamente y sin reflexionar mucho atiné a decir… ¡el odio!

Sus ojos se fijaron en mí y me volvió a preguntar, pero esta vez con voz más calma y apacible…

-¡¿Qué es lo opuesto al amor?!

En ese momento intuí que no había dado una buena respuesta, de manera que guardé un silencio respetuoso, fije mi atención en él y esperé su respuesta.

-  No es el odio sino el miedo - me dijo -

Debo decir que en ese momento me sentí algo sorprendido, pero dejé que continuara en su exposición.

-  El miedo ahuyenta al amor. Pero no solo al amor el miedo expulsa; sino también a la inteligencia, a la bondad y todo pensamiento de belleza. Frente al miedo sólo queda la desesperación. Por miedo somos avaros, codiciosos, envidiosos, mentirosos, fanáticos y luego nos vamos tornando cada vez más violentos, agresivos, iracundos… y finalmente se manifiesta el colmo de la infelicidad… que es temer en algo, cuando ya nada se espera.

Hizo una breve pausa y continuó diciendo…

- Cuando el miedo avanza, llega a expulsar del hombre la humanidad misma.

Indudablemente que mi rostro no podía disimular el asombro, y él al comprenderme, con sencillez y sabiduría extendió su brazo, puso su mano derecha en mi hombro y con una suave voz me dijo...

- Se nos ha dicho que Dios es Amor, entonces, si el miedo es su sombra... ¡¿Quién es el miedo?!... Recuerda, al miedo no se lo vence, pero si podemos aprender a dominarlo... cada vez que él te aconseje, pregúntate... ¡¿Quién me esta hablando?!

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
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domingo, 31 de julio de 2016

GANAR-GANAR un principio filosófico de vida



Este principio tan conocido y mencionado en la PNL como GANAR-GANAR está en concordancia directa con la ley del ritmo, que dice: "Toda manifestación responde a un determinado movimiento de flujo y reflujo."

Conforme fue avanzando el tiempo, pude comprender que todas las relaciones humanas se dan a partir de las necesidades que experimentamos. De hecho somos sujetos de necesidad, de manera que la única forma de satisfacerlas, es en relación con el otro.

Ahora bien...

El concepto de GANAR-GANAR lo debemos interpretar no como una técnica, sino como algo mucho más importante que ello... una filosofía de vida.

Si, así es... una filosofía de vida, que si la sabemos poner a nuestro favor, nos proyecta hacia el éxito, como una flecha lanzada al blanco por un experto arquero. De lo contrario, nos estaremos sumergiendo en constantes escenas de dolor, adversidad y sufrimiento.

Pero también es importante destacar que, estos fenómenos no se darán por premio o castigo divino, sino por conocimiento o ignorancia de los principios o leyes que nos rigen.

El Dr. Lair Ribeiro solía decir que: "Si la gente supiera que ser honesta es un buen negocio, hasta por negocio serían honestas"

Pero volviendo al concepto de GANAR-GANAR, podemos decir que es una estructura psico-emocional que constantemente procura el beneficio mutuo, en donde debemos aprender a dar, pero también a recibir. De esta manera permitimos que la energía fluya en todo momento.

Quien solo sabe dar, llegará el tiempo en que se quedará vacío y en la experiencia del dolor y el sufrimiento, reclamará con angustia. Por el contrario, quién solo quiere recibir, se transformará en un egoísta, pero a la vez, se irá incapacitando.

GANAR-GANAR significa que los acuerdos o soluciones para satisfacer las necesidades de ambas partes son mutuamente satisfactorias.

Cuando los vínculos humanos están sostenidos en una relación ganar-perder, (esto significa que una de las partes gana y la otra pierde), las estructuras psico-emocionales no son ecológicas. De hecho quién acepta en la relación perder constantemente, en realidad es porque experimenta diversas carencias en su vida interior y cree que dando inagotablemente encontrará afuera el reconocimiento que no puede hallar dentro. Sin embargo el tiempo le irá demostrando que aquello que, en un principio, entregó amorosamente, ya no solo que no calma la sed del otro, sino que además, éste último lo empezará a considerar un derecho adquirido, por lo tanto, redoblará su apuesta periódicamente pidiendo cada día más.

En concordancia con lo anteriormente señalado, quien pretenda en sus relaciones ganar, sin importarle que los demás obtengan también su beneficio, es un egoísta que solo piensa en sí mismo.

Quizás en una primera instancia, pueda "disfrutar" de la debilidad de aquel que solo supo dar, pero poco a poco, se estará incapacitando, porque no sabrá satisfacer sus necesidades de otra manera que no sea reclamando "los derechos adquiridos". Lo curioso es que a éste también le llegará su momento... el padecimiento se hará presente, cuando quien todo lo dio, se quede vacío y ya no pueda satisfacer más necesidades ajenas.

En conclusión, tarde o temprano en una relación poco ecológica, como lo es el ganar-perder, el acuerdo se rompe inevitable y dolorosamente. Inclusive en muchos casos estereotipados, que se extiendan en el tiempo, ciertos integrantes pueden llegar a experimentar síntomas.

En función de todo lo mencionado, es conveniente revisar periódicamente nuestras relaciones y buscar en ellas soluciones ecológicas basadas en el principio filosófico de GANAR-GANAR. 

Un saludo especial

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

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martes, 26 de julio de 2016

Aprender a reconocer y manejar tus emociones te garantizan el éxito



Según estudios desarrollados por el “Consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations”, comprobaron que el éxito de un individuo depende en un 23% de su capacidad intelectual (CI) y en un 77% de sus aptitudes emocionales (CE). Ahora bien... si nos remitimos a lo cotidiano, no es muy difícil verificar que los seres humanos elegimos o seleccionamos a las personas, a partir de las sensaciones y emociones que nos provocan, como así también, los sentimientos que nos generan. "Me cayo bien", "es una cuestión de piel" y tantos otros dichos populares resumen rápidamente lo que estamos afirmando.

Cuando vas a visitar a un médico, ¿alguna vez se te ocurrió pedirle el analítico?... entonces, ¿por qué te dejaste atender o revisar por él?... sencillamente porque te transmitió confianza o te lo recomendaron ¿verdad?. Durante años nos hicieron creer que quien se capacitaba intelectualmente tenía asegurado el éxito... ¡¡¡Falso!!!. La mayoría de las personas son analfabetas emocionalmente hablando. No se saben expresar, no pueden comprender o definir que es lo que sienten, cuando lo sienten y que pueden provocar con sus actitudes en el otro.

Si te pidiera que me expliques que es una emoción y que es un sentimiento... ¿me lo podrías definir?... ¿es lo mismo?... Aquí va otra... ¿Que es la melancolía?... no no no, no te confundas, no es sinónimo de nostalgia.

Es importante que entiendas que para tu éxito personal o profesional es necesario que sepas ofrecer tus servicios, y para ello debes saber movilizar las emociones de tus interlocutores.

Te hago llegar un saludo especial

Juan Carlos Lorenzo

Arquitecto, Psicólogo Social
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lunes, 11 de julio de 2016

Nuestros "queridos" miedos


Que curioso... en mis cursos y trabajos en gabinete he descubierto que uno de los miedos más profundos que experimentan las personas es el de brillar...

Seguro que a diario se te ocurren muchas ideas, que podrían facilitar la vida tanto a ti como a los demás. Y sin embargo, las dejas pasar.... simplemente no haces nada.

¿Qué crees que hubiese pasado si las redes sociales y todas las vías de comunicación con las cuales hoy contamos, se hubiesen dejado pasar como idea?... Que distinta sería nuestra situación actual ¿verdad?... Yo supongo que nos seguiríamos comunicando como antaño, quizás enviando cartas y esperando días o semanas para recibir una respuesta.

Pues bien... La mayoría de las personas no son conscientes de las grandes capacidades que tienen... ¡incluso de las buenas ideas!

La pregunta que te hago ahora es... ¿Qué es lo que te frena en tu vida?

Mi experiencia me dice que normalmente lo que frena a las personas es el miedo. Miedo al fracaso, al fallo, al que dirán, al cambio... y también miedo al éxito.

Pero por otro lado, la experiencia me indica que aquellos que supieron dominar el miedo, alcanzaron grandes logros... y ya no me estoy refiriendo a cosas o hechos deslumbrantes y/o altas posiciones, sino a que pudieron tener libertad de hacer lo que realmente soñaron, lo que desearon... sin condiciones.

Es verdad que el miedo nunca desaparece, inclusive podríamos afirmar que hasta cierto límite es tu aliado, ya que te puede estar advirtiendo de no dar pasos en falso. Imagínate por un instante todo lo que nos podría suceder si no tuviésemos miedo... muy probablemente pasaríamos a ser temerarios y pondríamos en peligro nuestra propia vida. Esto nos lleva a comprender que en ciertas circunstancias el miedo puede ser un buen consejero, en tanto y en cuanto, no terminemos siendo dominados por él. Dicho en otras palabras, al miedo no lo podemos eliminar, pero sí debemos aprender a administrarlo.

Ahora bien... continuando que el análisis y basándome en aquello que te señalaba recién, muchos creativos supieron administrar ese miedo, te podría dar miles de ejemplos famosos que quizás ya debes conocer... más sin embargo creo que será más bonito e inspirador que seas tú mismo quién los busques a tu alrededor... familiares, amigos y allegados que hoy son empresarios, profesionales y comerciantes exitosos.

Si te pones a escudriñar un poco sus vidas verás que todos ellos tienen un factor en común... en algún momento de sus vidas dominaron sus miedos y se lanzaron... y si, se deben haber equivocado muchas veces, y sin duda que ello les pudo haber provocado angustias y sufrimiento, pero se levantaron y siguieron adelante. No aceptaron quedarse en un círculo de confort lleno de hábitos y costumbres, sino que desafiaron con coraje las adversidades y cuestionaron muchas "certezas".

La pregunta que debemos hacernos sería... ¿Cómo lo hicieron?... el secreto es sentirse motivado por el objetivo. Para ello es condición sine qua non, que te enfoques. Debes "infectar" tu entorno e "infectarte" a ti mismo con el objetivo. Esto significa ver, sentir, escuchar, palpar y hablar sobre tu objetivo, porque cuando impregnas tu mente con estas sensaciones te impulsarán a la acción enfocada.

Por otro lado es importante remarcar una clave muy importante... Napoleón Hill decía: "Piensa en lo que quieres y olvídate de lo que no quieres".

Cuando pensamos en lo que queremos, nos sentimos motivados y esta carga emocional nos impulsa a la acción, por el contrario, cuando pensamos en lo que no queremos, nuestra acción se detiene, nos paralizamos y seguimos haciendo lo mismo de siempre. En consecuencia, tendemos a construir hábitos y a mantenernos en nuestro círculo de confort, no sin antes, elaborar un sin fin de "argumentos tranquilizadores", para evitar ser responsables de los hechos que nos acompañan, que por cierto, terminan siendo un auto-engaño muy desagradable.

La pregunta final que te hago es... ¿Cómo te gustaría verte de aquí a dos meses?... ¿y en seis meses o un año?... crea esa imagen en tu cabeza, deja de poner excusas y ponte en acción para lograrlo. La vida es demasiado corta para vivir enfocado en satisfacer aspiraciones ajenas.

Te hago llegar un saludo especial

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
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domingo, 12 de junio de 2016

Estructura lingüística de un fanático


A veces me pregunto si realmente tiene sentido sumergirse en conversaciones con personas fanatizadas en sus ideas.

Es común observarlas como desarrollan soliloquios o monólogos, sin permitir que sus interlocutores puedan expresarse, o en su defecto, escuchan para contestar, no para comprender. En consecuencia, pierden el principio fundamental de una buena comunicación, que es la escucha activa y el compartir ideas. Para ilustrar mejor a que hago referencia, me remitiré a un ejemplo de conversación entre dos conocidos:

Pedro - Hitler se comía un niño a la semana después de violarlo.
Julián - ¡Oye!, ¡¿Qué estas diciendo?!, ¡eso no es cierto!... ¡no se corresponde con los hechos!
Pedro - ¡Qué!... ¡¿eres un Nazi?!, ¡Exterminaron a millones de personas!, ¡yo no puedo estar de acuerdo contigo!
Julián - ¡No Pedro!, ¡no los defiendo!, solo digo que eso que acabas de afirmar no es cierto.
Pedro - ¡Aja!... ¡¿Qué no es cierto?!... ¡¿El exterminio Nazi?!... ¡Yo lo sabía!, ¡Eres un Nazi hijo de puta!

Moraleja: No tiene sentido discutir con fanáticos, porque sus argumentos no se sostienen en evidencias, sino en una profunda necesidad de creer.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

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