miércoles, 16 de marzo de 2016

La PNL y el Coaching al servicio de una comunicación eficaz



Las evidencias cada día son más contundentes y demuestran que ser una persona con un elevado Coeficiente Intelectual (CI) y obtener buenas calificaciones en el colegio o en la universidad no nos asegura el éxito en el ejercicio de nuestra profesión o en cualquier ámbito en el que nos expresemos. De hecho se puede demostrar que el éxito, está determinado en un altísimo porcentaje por factores muy diferentes al Coeficiente Intelectual (CI).

Innumerables son los casos de excelentes estudiantes que luego de culminar sus respectivas carreras, les ha resultado difícil encaminarse en el ejercicio de su profesión, y por el contrario, muchos otros que no poseen estudios avanzados o los han cursado con gran dificultad, abordaron la vida y sus circunstancias con resonantes triunfos.

¿Cómo puede ser que un niño pausado y que transitó por la escuela con muchos problemas, se halla transformado en el creador de la teoría de la relatividad, y obtener así un premio Nobel?, ¿Cómo pudo conseguir un antiguo actor de segunda nivel, convertirse en el presidente de la primera potencia mundial?, ¿Qué es lo que permite que algunas personas, profesionales, docente, etc, tengan más y mejores resultados que otros?, ¿Cuál es la diferencia que hace la diferencia?

Para dar respuesta a este y muchos otros interrogantes debemos enfocarnos en el modelo comunicativo que hemos aprendido a lo largo de la vida y que hoy utilizamos.

Definitivamente somos sujetos de necesidad. Según Abraham Maslow, estas pueden discriminarse en cinco escalas; Fisiológicas, Seguridad, Afiliación , Reconocimiento y Autorealización,  y de acuerdo al modelo de comunicación que utilizamos, que es la herramienta que nos permite interactuar con el entorno, será lo que nos permita satisfacer o no esas necesidades. 


La comprensión de los mecanismos que activan la comunicación, permite identificar comportamientos y actitudes que ayudan a desarrollar la excelencia en la vida personal, profesional, laboral y empresarial, lo que da lugar a una manera diferente de pensar, sentir y actuar, a superar hábitos negativos y a dinamizar nuestros recursos y potencialidades.

La comunicación es una necesidad tan básica y vital como la supervivencia. De hecho, el ser humano necesita, imprescindiblemente, establecer algún tipo de comunicación con el medio externo y consigo mismo para desenvolverse y satisfacer sus necesidades.

Lo que pensamos, lo que sentimos, las reflexiones y conversaciones que sostenemos con nosotros mismos, (comunicación intrapersonal), son muy importantes pero muchas veces insuficientes. Es necesario saber cómo transmitir lo que sentimos y pensamos a las personas que nos rodean. Estos y muchos otros factores son fundamentales, a tener en cuenta, a la hora de enfrentar desafíos para el desarrollo y crecimiento personal. De hecho son más importantes, que una inteligencia analítica o un pensamiento lógico en el momento de darle una delicada noticia a un paciente, enfrentar una entrevista laboral, vender un servicio o producto, cerrar una operación o tomar una decisión trascendente.

La vida y la sociedad hoy requiere, más que nunca, de un desenvolvimiento eficaz a la hora de relacionarnos.

¿Cómo piensan esas personas que se proponen objetivos y los logran?, ¿Cuáles son sus estrategias mentales?, ¿Cómo enfrentan los desafíos?, ¿Cuáles son las creencias que los rigen?, ¿Qué impacto tienen sus estructuras mentales en sus vidas?, ¿Qué interpretación hacen de las circunstancias que los rodean?... Estos y muchos otros interrogantes, han sido analizados y sistematizados. Y la buena noticia es que se pueden aprender con la PNL y el Coaching Ontológico.


Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA

miércoles, 2 de marzo de 2016

Si no te adaptas al cambio te extingues



Cannon decide realizar un experimento con el afán de estimular la creatividad tras el lente, mediante un proyecto que dio por llamar "THE LAB". Para ello reunieron en un escenario amplio y bien iluminado a seis fotógrafos elegidos al azar. El objetivo era que cada uno de ellos retratara a un hombre.

La premisa de los creadores del experimento fue: ¿Qué tanto influye la mirada del fotógrafo en lo que se fija a través del objetivo?

Los fotógrafos seleccionados fueron Chris Meredith, Jin Lim, Lyndal Irons, Kaet Disher-Quill, Trsitan Stefan Edouard y Franky Tsang y a todos ellos se les brindó absoluta libertad para el encuadre, luces, lente, perfil y sombras. Entre tanto el hombre a retratar era un sujeto de dos metros de estatura quien fue presentado como Michael.

Lo curioso del hecho es que a cada fotógrafo se le brindó una versión absolutamente diferente de su biografía. Al primero se lo presentaron como un ex presidiario, al segundo le dijeron que era un millonario, al tercero que era un hombre que había salvado la vida de otra persona, al cuarto se lo definieron como un pescador, al quinto como un alcohólico recuperado y al último como un vidente, capaz de leer el aura de las personas.

Al término de las respectivas sesiones, se colgaron en una cuerda las fotografías sobresalientes y allí se pudo verificar con sorpresa la respuesta a la pregunta original. Las seis perspectivas eran absolutamente contrastantes entre ellas. El mismo hombre fue retratado de seis diferentes maneras y en cada una de las fotografía el modelo reflejaba una suerte de predisposición a mostrar las características que el fotógrafo "deseaba ver", y que en última instancia esa mirada había sido condicionada por la biografía que le habían transmitido inicialmente.

Para Cannon el experimento reveló que toda fotografía nos muestra más sobre quién se encuentra detrás de la cámara que el propio objeto que esta por delante de ella.

Pero éste fenómeno nos permite ahondar un poco más en nuestras reflexiones...

El experimento señalado nos viene a demostrar que no vemos las cosas como son. Cada mirada, cada observación y cada idea que se elabora, lleva implícita una ponderación hacia el objeto observado por parte del observador y esta muy condicionado por su historia, en consecuencia, las experiencias posteriores con ese objeto en gran medida terminarán confirmando las creencias que el observador tiene instaladas en su sistema neurológico. Porque no importa como proceda o se manifieste el objeto, el observador ya tiene una expectativa sobre él y en función de ella elaborará sus "conclusiones", que generalmente, terminarán confirmando lo que ya piensa. Por eso decimos en PNL y Coaching que "No vemos las cosas como son, sino como somos", y a su vez, que las creencias son profecías autocumplidas. Esto significa que construimos "imagos" que terminan operando como verdaderos filtros o lentes, que nos llevan a proceder de un modo concreto y determinado con los objetos que nos rodean y en consecuencia las creencias instaladas en nuestro sistema neurológico se terminan corroborando. Lo curioso es que nosotros la tomamos como verdades absolutas, cuando en realidad son absolutamente subjetivas.

Ahora bien...

Hay creencias que pueden ser operativas y nos permiten crecer, aprender y desarrollarnos en la vida, pero también existen creencias que silenciosamente operan y nos ponen escollos o trabas.

Para revertir este fenómeno hay dos cosas que debemos tener muy presentes... la primera de ellas es tomar consciencia... Jung decía: "Hasta que no hagamos consciente el inconsciente, éste gobernará tu vida y tu te creerás que es el destino". En tanto que el segundo elemento es aprender a cuestionar nuestras certezas. 

Lo interesante del hecho es que generalmente no lo hacemos, en consecuencia nos estereotipamos e inmediatamente nos sumergimos por el sendero de la enfermedad, porque nos rigidizamos y no nos adaptamos al cambio. Queremos que todo siga igual y en consecuencia cuando las cosas cambian experimentamos sufrimiento, angustia y dolor. 

Si hay algo que tenemos que comprender es que nada es permanente... o en todo caso diríamos que:  "Lo único permanente es la impermanencia". Por lo tanto quien no se sabe adaptar al cambio se extingue en el llanto, la queja, la crítica y el dolor.

Charles Darwin dijo: "No sobreviviarán los más fuertes, sino los que mejor se adapten al cambio" 

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA