Somos seres vinculares y esto definitivamente
nos impulsa a establecer relaciones, como así también, a conformar o pertenecer a distintos
grupos.
El club, la escuela, la oficina, la sociedad, etc. son los espacios adecuados para satisfacer esas necesidades. Siendo la pareja una más de ellas, pero cuya particularidad es que esta orientada a dar forma y origen al grupo primario que es nuestro nido, "la familia".
El club, la escuela, la oficina, la sociedad, etc. son los espacios adecuados para satisfacer esas necesidades. Siendo la pareja una más de ellas, pero cuya particularidad es que esta orientada a dar forma y origen al grupo primario que es nuestro nido, "la familia".
Ahora bien…
A lo largo de todo este tiempo que llevo trabajando como Psicólogo Social fui comprobando, tanto en gabinete, como en los talleres, muchas teorías que señalan ciertos factores disfuncionales en las relaciones de pareja. Especialmente aquellas que podríamos catalogar como parejas tormentosas.
A lo largo de todo este tiempo que llevo trabajando como Psicólogo Social fui comprobando, tanto en gabinete, como en los talleres, muchas teorías que señalan ciertos factores disfuncionales en las relaciones de pareja. Especialmente aquellas que podríamos catalogar como parejas tormentosas.
Si bien el concepto de pareja supone una distribución
equitativa y equilibrada de derechos y obligaciones, bien sabemos que esto en numerosos casos no se da. Y lo curioso del hecho es que en las parejas tormentosas existe una "particular habilidad" para crear las condiciones necesarias de
insatisfacción constante, lo cual lleva a que cada interacción que se da en ellas se terminan viviendo como una auténtica amenaza, y en tal sentido, se transforma en una suerte
de lucha de poder.
Un dato sorprendente es que en ciertos casos, estas parejas que hemos
dado por llamar tormentosas, se mantienen unidas alegando un sinfín de excusas,
(“no me separo por los chicos”, “por lo
que dirán”, "por miedo", etc. etc. etc.), pero en realidad inconsciente e involuntariamente anidan
otro propósito más oscuro y muy escondido… el verdadero objetivo es aniquilar al otro.
Podemos decir que se trata de un verdadero mecanismo defensivo del YO que busca castigar al otro por no haber sido capaz de satisfacer las expectativas de aquella
imagen idealizada que se tuvo de él/ella en la época de enamoramiento. Época en la cual todo era perfecto y no se tenía la capacidad de percibir defectos.
Indudablemente que cuando esta revelación se hace consciente suele sorprender mucho a los afectados, ya que los comportamientos que fueron tomando hasta ese momento eran absolutamente inconscientes, y por lo tanto involuntarios, pero esto los lleva a
replantearse la situación que están viviendo, y por ende, la forma de pensar, sentir y actuar.
Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico
PNLCBA CONSULTORA