Un análisis resumido sobre estos conceptos nos dice que la EFICIENCIA está en directa relación con
los esfuerzos que se requieren para alcanzar objetivos. Aquí debemos tener en
cuenta el costo, el tiempo
, el uso adecuado
de factores materiales y/o humanos y finalmente cumplir con la calidad que el o
los objetivos requieren. En tanto que la EFICACIA orienta más su interés en los resultados de los objetivos
y para ello se requiere de un plus… la creatividad y la imaginación.
Si me permites, te daré un ejemplo para que lo entiendas
mejor. La EFICIENCIA si fuera una
persona te preguntaría ¿Cómo podrías hacer mejor lo que estás haciendo?, en tanto
que la EFICACIA orientaría su
pregunta hacia ¿Qué es lo que deberías estar haciendo?
Ahora bien, ¿qué tiene esto que ver con el ejercicio del
liderazgo?... pues en realidad mucho.
Si llevas adelante algún tipo de liderazgo y hasta hoy solo has
puesto tu atención en alcanzar un alto grado de eficiencia en el grupo, por
sobre todas las cosas, ten en cuenta que nada extraordinario o fuera de lo
normal pasará a tu alrededor. Se puede decir que el equipo que lideras está “haciendo
la plancha”, y en tal sentido corres un alto riesgo, ya que este tipo de lineamientos
definitivamente conducen a las empresas y/u organizaciones a la desaparición.
Un auténtico líder por sobre todas las cosas debe volcar más
su atención en la eficacia, sin por ello dejar de lado la eficiencia. Pero
cuando nos destacamos por ser eficaces nuestra mente orienta su atención a
alcanzar los objetivos planteados al menor costo posible, con lo cual se logra
mayor eficiencia. En pocas palabras, siendo eficaz se termina siendo eficiente,
más sin embargo, no ocurre lo mismo al revés. Te voy a dar un ejemplo, para culminar
este artículo, que sirva para comprender mejor el concepto.
A principios del siglo pasado en EE.UU. se suscitó un grave
inconveniente. Las heladeras comerciales y familiares tenían dimensiones mucho más
importantes que las hoy conocidas. Una persona adulta podía ingresar dentro de
ellas parada, y además, el sistema de cierre consistía en un juego de trabas y manija
que solo podían ser accionadas desde afuera. Lo cierto es que varias personas,
entre ellos muchos niños, murieron congelados cuando por accidente se les
cerraba la puerta y no había nadie afuera que los pudiera auxiliar. Frente a
este hecho, las empresas líderes del mercado decidieron resolver el tema modificando
las cerraduras y las trabas de las puertas. Inclusive algunas, propusieron
incorporar sistemas de alarmas para ser accionadas por quienes quedasen
encerrados. Lo curioso del hecho es que cuando “la solución” ya estaba en
proceso de fabricación y lista para ser lanzada al mercado, irrumpió una nueva
marca con un toque de creatividad e imaginación. Simplemente eliminó las
cerraduras y las trabas, incorporando sencillos
burletes de goma imantados.
¡¡¡ Esto es lo que significa transitar por el camino de la
eficacia!!!
Ahora bien… Tú que ejerces liderazgo ¿Por dónde suelen transitar
tus procesos mentales?... ¿Por ser más eficiente o por ser más eficaz?... te lo dejo para que lo reflexiones.
Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico
PNLCBA CONSULTORA
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