Cuestionar certezas ciertamente es ejercer nuestra libertad,
pero sin duda que esto asusta, porque implica responsabilidad. Es por ello que
la gente suele aceptar las cosas tal cual se las muestran o dicen, refugiándose así, en
una falsa tranquilidad.
Ahora bien… Si cuestionar certezas requiere valentía y
coraje, ¿cuanto más se necesita para permanecer en esa actitud?
El sistema corre peligro si estos comportamientos se expandieran, de manera que, quien se atreva a cuestionar certezas, deberá saber que intentarán "encauzarlo", utilizando el miedo y/o la culpa como herramientas de presión psicológicas. Mas sin embargo, practicar la duda como un ejercicio y sostenerse en esa actitud, es una de las cualidades fundamentales
del buscador. Ya lo decía Jorge Luis Borges... "La duda es uno de los nombres de la inteligencia."
Creer y aceptar todo lo que nos dicen, es negarse la posibilidad de experimentar y aprender por sí mismo. Es transitar por el sendero de las multitudes, que por cierto, está empedrado de vivos muertos... alienados,
cosificados y masificados.
El niño en su natural proceder duda y cuestiona. Cuando éste se enfrenta ante un hecho que lo sorprende, automáticamente
se pregunta ¿por qué?... y es allí donde comienza a manifestarse en él ese espíritu
investigador intrínseco del hombre. Pero luego nos van "adiestrando" y todo se va aplacando.
Son muy pocos los que se atreven a dudar o cuestionar
certezas, y muchos menos aún, aquellos que deciden mantenerse en esa actitud.
Las masas creen ser
libres en la toma de sus decisiones, en sus gustos y
opiniones, más
sin embargo, solo se
limitan
a repetir lo que ya ha sido planteado.
La cultura, las
normas, la formación y hasta los gustos y la estética han sido insertadas en nuestras mentes, y hoy suelen ser ellas y no nosotros, quienes dictaminan que es
lo que se debe o no hacer, cuando es correcto expresar lo que se siente y
cuando no. En consecuencia, y del mismo modo que no pudimos elegir nuestro nombre, (ese conjunto de letras que nos proporciona identidad), son muy pocos los que se atreven a decidir, escoger o sentir con total y
auténtica libertad. En realidad son solo aquellos que se atreven a dudar y mantenerse en ese estado inicial... volver a ser niños y cuestionar.
Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico
PNLCBA CONSULTORA