jueves, 10 de septiembre de 2015

Los vicios en la comunicación.


Si uno presta atención a sus diálogos internos, a la forma en que se desencadenan nuestras conversaciones intrapersonales, es decir, a esas “cosas” que andan dando vuelta por la cabeza, descubriremos que a menudo lo único que hacemos es edificar presuposiciones que no resisten el más mínimo análisis.

Solemos hacer un sin fin de afirmaciones que parten de una idea falaz, y a partir de allí, esgrimimos argumentos que pueden durar varios minutos y de los cuales devienen intensos componentes emocionales.

Por ejemplo si tomamos una afirmación como “Julieta debe pensar que soy un estúpido” y por un instante nos detuviéramos a reflexionar sobre ese diálogo, nos podríamos dar cuenta que es imposible saber lo que piensa Julieta, a no ser que nos lo haya dicho directamente, de manera que todas las conclusiones que se derivan de ella, no solo dejarían de tener una razón de ser, sino que además se derrumbarían automáticamente, y en consecuencia, estaríamos más abiertos a una nueva interpretación, quizás más ajustada de lo que realmente está sucediendo.

Para abordar estos vicios en la comunicacion, es interesante emplear una herramienta que nos brinda la PNL, que es el metamodelo lingüístico. Y es de destacar que sería importante hacerlo, no solo cuando hablamos con nosotros mismos, sino también cuando conversamos con otras personas.

Si prestáramos más atención, nos sorprenderíamos mucho al darnos cuenta de la inmensa cantidad de conclusiones fraudulentas a las que llegamos cada día y a la cantidad de traumas emocionales que nos provocamos y/o provocamos a los otros.

Ahora bien… ¿Qué es el metamodelo lingüístico?

Grinder y Bandler mientras modelaban a dos terapeutas muy exitosos de la década de los 70´s, (Fritz Perls, terapeuta Gestalt y Virginia Satir, terapeuta familiar), descubrieron que éstos profesionales obtenían resultados verdaderamente extraordinarios de sus pacientes solicitándoles que fueran más específicos sobre lo que contaban. Para ello utilizaban una batería de preguntas con las cuales recogían suficiente información y así llegaban a comprender mejor el problema que los aquejaba, que en muchos casos eran el resultado de los vicios comunicacionales, los cuales los hacían incurrir o abordar a conclusiones falsas.

Las problemáticas en la comunicación que fueron detectandas se podrían englobar en tres grandes grupos:
  • Omisiones / Eliminaciones
  • Distorsiones
  • Generalizaciones

Las omisiones: Representan el hecho de dar cierta información por sentada y, por lo tanto, no explicitar aquellos datos que serían necesarios para que el mensaje quede claro y la respuesta sea la adecuada. (El vídeo que acompaña este artículo ejemplifica mediante el humor y el absurdo lo que aquí estoy señalando).

Uno de los casos típicos es el mecanismo conocido como “acciones imprecisas”. Por ejemplo, un nuevo jefe dice “Esta oficina necesita mejorar”. Frase ambigua que oída por las diez personas que la componen puede significar diez cosas distintas. ¿Qué es lo que debe mejorar? ¿La puntualidad con que los empleados entregan su trabajo?, ¿que sería deseable que vinieran mejor vestidos?, ¿o ambas cosas funcionan bien pero hay que limar ciertas asperezas entre el equipo de trabajo?. Si se omite la especificidad, el mensaje es confuso, entonces se mete “ruido” y no ayuda a lograr una excelencia comunicacional. Por ello recuerde: descarte los sobreentendidos.

Las distorsiones: Se refiere a la alteración, generalmente de manera muy sutil, del contenido de lo que se quiere decir. Existen múltiples formas de hacerlo. Una de las más frecuentes es la impersonalización. Un vendedor, puede expresar ante su jefe la siguiente frase: “Hoy no  se vendió nada”. En realidad, no es que no se haya vendido (forma impersonal) sino que él en particular no vendió (forma personal) producto alguno. Al expresarlo de esta forma el vendedor desliga toda responsabilidad al respecto, con lo cual altera los hechos. En conclusión la distorsión es proyectar la responsabilidad fuera de uno y ponerse en papel de víctima. Actitud muy común en la gente. En consecuencia empiece a asumir mayor compromiso y responsabilidad de lo que le esta ocurriendo. Si las circunstancias que lo rodean no le agradan pregúntese ¿Qué puede hacer Ud. para modificarlas?... salga del papel de víctima y empiece a asumir protagonismo en los hechos.

Las generalizaciones: Se convierte en categorías amplias a temas específicos. Por ejemplo: “Hoy en día todos los clientes están intratables”: ¿Realmente es así? , ¿Es verdad que absolutamente todos los clientes con los que tiene contacto el individuo que pronunció la frase resultan imposibles de tratar? Seguramente, bastará con pedirle que reflexione un poco acerca de la expresión que acaba de proferir, para que se dé cuenta de que no es de esa manera, sino que: cometió una generalización y como sucede en casi todos los casos en que se generaliza, se equivocó. Sin embargo, es importante tomar en cuenta que las generalizaciones producen un enorme mal en los circuitos comunicacionales. También se produce cuando se considera que algo ocurrido de determinada manera sucederá siempre así.



Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA

martes, 11 de agosto de 2015

Volver a ser niños...



Cuestionar certezas ciertamente es ejercer nuestra libertad, pero sin duda que esto asusta, porque implica responsabilidad. Es por ello que la gente suele aceptar las cosas tal cual se las muestran o dicen, refugiándose así, en una falsa tranquilidad.

Ahora bien… Si cuestionar certezas requiere valentía y coraje, ¿cuanto más se necesita para permanecer en esa actitud?

El sistema corre peligro si estos comportamientos se expandieran, de manera que, quien se atreva a cuestionar certezas, deberá saber que intentarán "encauzarlo", utilizando el miedo y/o la culpa como herramientas de presión psicológicas. Mas sin embargo, practicar la duda como un ejercicio y sostenerse en esa actitud, es una de las cualidades fundamentales del buscador. Ya lo decía Jorge Luis Borges... "La duda es uno de los nombres de la inteligencia."

Creer y aceptar todo lo que nos dicen, es negarse la posibilidad de experimentar y aprender por sí mismo. Es transitar por el sendero de las multitudes, que por cierto, está empedrado de vivos muertos... alienados, cosificados y masificados.

El niño en su natural proceder duda y cuestiona. Cuando éste se enfrenta ante un hecho que lo sorprende, automáticamente se pregunta ¿por qué?... y es allí donde comienza a manifestarse en él ese espíritu investigador intrínseco del hombre. Pero luego nos van "adiestrando" y todo se va aplacando.

Son muy pocos los que se atreven a dudar o cuestionar certezas, y muchos menos aún, aquellos que deciden mantenerse en esa actitud.

Las masas creen ser libres en la toma de sus decisiones, en sus gustos y opiniones, más sin embargo, solo se limitan a repetir lo que ya ha sido planteado.

La cultura, las normas, la formación y hasta los gustos y la estética han sido insertadas en nuestras mentes, y hoy suelen ser ellas y no nosotros, quienes dictaminan que es lo que se debe o no hacer, cuando es correcto expresar lo que se siente y cuando no. En consecuencia, y del mismo modo que no pudimos elegir nuestro nombre, (ese conjunto de letras que nos proporciona identidad), son muy pocos los que se atreven a decidir, escoger o sentir con total y auténtica libertad. En realidad son solo aquellos que se atreven a dudar y mantenerse en ese estado inicial... volver a ser niños y cuestionar.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA

domingo, 2 de agosto de 2015

Comunicación Eficaz y Liderazgo



En nuestros cursos presenciales y a distancia abordamos este maravilloso mundo de la comunicación eficaz y nos enfocamos en cómo ésta influye en el liderazgo intra e interpersonal. Para ello trabajamos con distintas herramientas que nos brinda la PNL y el Coaching.

Recordemos que somos sujetos de necesidad y para satisfacerlas, debemos intervenir en el medio. La comunicación, en ese sentido, es una herramienta de vital importancia para lograrlo. Cuanto más nos acerquemos a un modelo de excelencia en la comunicación, mejor podremos satisfacer nuestras necesidades, y así, transformarnos en fuentes de inspiración de los demás, por lo tanto, directa o indirectamente nos iremos acercándonos hacia un liderazgo ideal, que va mucho más allá del conocido liderazgo democrático... me estoy refiriendo al liderazgo emocional o líder Coach. Este tipo de liderazgo inspira, y al hacerlo, forma líderes, no seguidores. 

Ahora bien...

Para inspirar es necesario incorporar muchas habilidades, competencias y herramientas como lo son la escucha activa, la empatía, la autogestión, la coherencia en la conducta, etc. pero en esta oportunidad quiero centrar la atención en una cualidad específica que es "el saber calibrar" o "acompasar".

Desde la PNL comprendemos que las personas, para comunicarse, suelen  acceder a sus recursos, adoptando posturas físicas muy similares y hacen generalmente los mismos gestos o pequeños movimientos para desarrollar actividades y tareas. Si nosotros comenzamos a prestar atención a esa parte tan importante de la comunicación, que es la comunicación no verbal, puede llegar a ser de gran utilidad. Si  sabemos “leer” las señales que nos dan con su lenguaje corporal y su forma sensorial de representarse la realidad, empezaremos a liderar las conversaciones, y por ende, a influir en ellos.

Cuando hablamos del lenguaje no verbal o analógico, nos estamos refiriendo a la fisiología de una persona; como pueden ser micromovimientos del rostro, gestos o movimientos de las manos, los brazos, las piernas y cualquier actitud física en general.

Es importante comprender que todos tenemos una manera especial de usar nuestro cuerpo y nuestros sentidos para realizar cualquier tarea. De manera que si calibramos a nuestros interlocutores para luego acompasarlos, sin duda, lograremos abordarlos y en consecuencia, se sentirán muy cómodos con nosotros. Por ejemplo si tenemos a una persona que habla rápido, con respiración superficial, y salta de un tema a otro con cierta velocidad, podemos estar seguros de que en ese momento tenemos a una persona que accede a sus recursos internos (memoria, ideas, argumentos) de forma Visual. Entonces, en base a estos datos, una manera eficaz de hacernos entender muy bien es adoptar una forma de comunicación muy visual, hablar con términos visuales, como por ejemplo “viste”, “yo hablo con claridad”, “este espacio es colorido y muy luminoso”, etc. también se puede utilizar gráficos, imágenes, esquemas, etc.

Por su parte si delante nuestro hay una persona “auditiva”, indudablemente que es más lenta que la anterior y al comunicarse lo hace en forma secuencial. Esto es lo que lo llevará a hablar más despacio, terminando bien sus frases,  prestando mucha atención a lo que dice, con tono melodioso y quizás con una voz agradable. Jamás se le ocurriría saltar de tema en tema, sino que prefiere terminar con uno para luego comenzar con el siguiente. Entonces, en ese momento podemos hacernos entender muy bien, si adoptamos la “fisiología” de una persona predominantemente auditiva.

En definitiva lo que estamos explicando corresponde a la idea de acompasar. Esto significa adoptar el mismo tono de voz, las mismas actitudes corporales, posiciones similares de brazos y piernas, etc. de manera que la otra persona se sienta inmediatamente escuchada y comprendida. Esta técnica se basa en la idea de que buscamos de forma inconsciente a aquellos que son similares a nosotros.

Ahora bien, es importante comprender la diferencia entre acompasar de copiar.

Todos los movimientos, gestos, tono de voz, etc. que apliquemos deben ser ejecutados con mucha delicadeza y de un modo que nuestro interlocutor jamás note que lo estamos imitando o copiando, porque de lo contrario, podremos llegar a obtener resultados completamente opuestos a los buscados, ya que con quien nos estamos comunicando, puede sentirse burlado. Lo ideal para aplicar esta técnica consiste en “ponerse en la situación” del otro…

El líder está siempre ubicado en un pedestal, lo queramos o no es así, y las personas que dependen de él están pendientes de cualquier gesto,  sean conscientes o no. Por lo tanto, ponerse en el lugar del otro, "calibrarlo" y "acompasarlo" nos permitirá comunicarnos de un modo mucho mas eficaz.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA

domingo, 26 de julio de 2015

Egocentrismo... fuente de muchos males.

¿Te has fijado que existen personas que son sumamente atractivas a la vista pero que, en cuanto las conoces un poquito, lo único que deseas es retirarte y no tener ningún tipo de relación con ellas?

Pues, bien…

Aquí comparto contigo algunos hábitos o actitudes en la comunicación que debemos tener muy en cuenta para no caer en ese círculo de personas tan desagradables.
  1. Egocentrismo: Hay personas que, como producto de una exagerada exaltación de la propia personalidad, llegan a considerarse el centro de atención y esto las lleva a hablar todo el tiempo de ellas mismas y no ponen atención en lo que los otros expresan o dicen... como resultado de este fenómeno, poco a poco, pasan al segundo de los hábitos o actitudes desagradables...
  2. Ser cerrado: Lo único que importa son sus pensamientos y su forma de ver la vida. Invalidan o minimizan las otras creencias o formas de expresión. Esto muy fácilmente puede proyectarte a lo que se suele llamar “El síndrome del experto o sabelotodo” que culmina en el tercero de los hábitos o actitudes…
  3. Creernos juez: Es así que comienzan a calificar de “bueno” o “malo”, “bonito” o “feo” lo que los demás hacen o dicen, y todo es medido de acuerdo a sus estándares y conveniencias. De allí nace el cuarto de los hábitos o comportamientos.
  4. No ser recíproco: Cuando ya se sienten "jueces" comienzan a mirar a los "otros" con un cierto aire de superioridad, ubicándose desde una "perspectiva más elevada", y por lo tanto, exigen ser escuchados. Lo curioso es que no ofrecen lo mismo, es decir que pierden el principio de reciprocidad... Cuando los demás expresan sus ideas, en lugar de escucharlos, se introducen en un monólogo interno, buscando la forma de contrarrestar las apreciaciones de los otros. Todo esto desemboca en el quinto y último de los hábitos, que por cierto abundan en nuestra sociedad... 
  5. Ser grosero e irrespetuoso: Este tipo de comportamientos, muy habituales hoy en día, nacen cuando se cumple los pasos anteriores con rigurosa exactitud. A estas alturas, las personas comienzan a ser capturadas por la vulgaridad y la chabacanería, en consecuencia, para imponer sus ideas insultan, gritan y/o comienzan a hablar mal de los demás. Especialmente lo suelen hacer utilizando adjetivos o palabras para descalificar a todos aquellos que piensan diferente.
Conclusión: Considero que la solución radica esencialmente en ser humilde y dejar de creer que nuestra forma de ver las cosas es la única manera de hacerlo. Cuando nos acercamos a los demás con una intención clara de escuchar y aprender, la vida se transforma en una fuente inagotable de exquisita información.

Debemos comprender que quién escucha, aprende mucho más que quien habla, porque el que habla solo es un portavoz de los espacios y lugares en los cuales ya ha participado, de manera que, solo esta repitiendo lo que ya sabe. En cambio, el que escucha esta en pleno proceso de aprendizaje. Por lo tanto, se esta obsequiando el maravilloso momento de beber de otra fuente y percibir la realidad desde otra perspectiva.


Francisco de Quevedo
"La soberbia nunca baja de donde sube, porque siempre cae de donde subió"

El egocéntrico, por el contrario, considera que ya nada tiene que aprender. Esto lo lleva a transformarse en una persona soberbia y poco atractiva para compartir momentos con ella. Además, quién parte de estos principios señalados, (egocentrismo y soberbia), difícilmente pueda llegar a tener relaciones y vínculos constructivos, edificantes, dignificantes y especialmente duraderos... tarde o temprano se quedará solo. 

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA

jueves, 14 de mayo de 2015

Conflictos de Pareja


Somos seres vinculares y esto definitivamente nos impulsa a establecer relaciones, como así también, a conformar o pertenecer a distintos grupos.

El club, la escuela, la oficina, la sociedad, etc. son los espacios adecuados para satisfacer esas necesidades. Siendo la pareja una más de ellas, pero cuya particularidad es que esta orientada a dar forma y origen al grupo primario que es nuestro nido, "la familia".

Ahora bien…

A lo largo de todo este tiempo que llevo trabajando como Psicólogo Social fui comprobando, tanto en gabinete, como en los talleres, muchas teorías que señalan ciertos factores disfuncionales en las relaciones de pareja. Especialmente aquellas que podríamos catalogar como parejas tormentosas.

Si bien el concepto de pareja supone una distribución equitativa y equilibrada de derechos y obligaciones, bien sabemos que esto en numerosos casos no se da. Y lo curioso del hecho es que en las parejas tormentosas existe una "particular habilidad" para crear las condiciones necesarias de insatisfacción constante, lo cual lleva a que cada interacción que se da en ellas se terminan viviendo como una auténtica amenaza, y en tal sentido, se transforma en una suerte de lucha de poder.

Un dato sorprendente es que en ciertos casos, estas parejas que hemos dado por llamar tormentosas, se mantienen unidas alegando un sinfín de excusas,  (“no me separo por los chicos”, “por lo que dirán”, "por miedo", etc. etc. etc.), pero en realidad inconsciente e involuntariamente anidan otro propósito más oscuro y muy escondido… el verdadero objetivo es aniquilar al otro.

Podemos decir que se trata de un verdadero mecanismo defensivo del YO que busca castigar al otro por no haber sido capaz de satisfacer las expectativas de aquella imagen idealizada que se tuvo de él/ella en la época de enamoramiento. Época en la cual todo era perfecto y no se tenía la capacidad de percibir defectos.

Indudablemente que cuando esta revelación se hace consciente suele sorprender mucho a los afectados, ya que los comportamientos que fueron tomando hasta ese momento eran absolutamente inconscientes, y por lo tanto involuntarios, pero esto los lleva a replantearse la situación que están viviendo, y por ende, la forma de pensar, sentir y actuar.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA

jueves, 30 de abril de 2015

Si las masas pensaran, dejarían de ser masas

El más singular de los fenómenos presentados por una masa, es el siguiente: cualesquiera que sean los individuos que la componen y por diversos o semejantes que puedan ser su género de vida, sus ocupaciones, su carácter o su inteligencia, el simple hecho de hallarse transformados en una multitud le dota de una especie de alma colectiva. Este alma les hace sentir, pensar y obrar de una manera por completo distinta de como sentiría, pensaría y obraría cada uno de ellos aisladamente.



Ciertas ideas y ciertos sentimientos no surgen ni se transforman en actos sino en los individuos constituidos en multitud. La masa es un ser provisional compuesto de elementos heterogéneos, soldados por un instante, exactamente como las células de un cuerpo vivo forman por su reunión un nuevo ser, que muestra caracteres muy diferentes de los que cada una de tales células posee.

La aparición de los caracteres peculiares a las multitudes se nos muestra determinada por diversas causas. La primera de ellas es que el individuo integrado en una multitud, adquiere, por el simple hecho del número, un sentimiento de potencia invencible, merced al cual puede permitirse ceder a instintos que, antes, como individuo aislado, hubiera refrenado forzosamente. Y se abandonará tanto más gustoso a tales instintos cuanto que por ser la multitud anónima, y en consecuencia, irresponsable, desaparecerá para él el sentimiento de la responsabilidad, poderoso y constante freno de los impulsos individuales.

Una segunda causa, el contagio mental, interviene igualmente para determinar en las multitudes la manifestación de caracteres especiales, y al mismo tiempo, su orientación. El contagio es un fenómeno fácilmente comprobable, pero inexplicado aún y que ha de ser enlazado a los fenómenos de orden hipnótico. 

Dentro de una multitud, todo sentimiento y todo acto son contagiosos, hasta el punto de que el individuo sacrifica muy fácilmente su interés personal al interés colectivo, actitud contraria a su naturaleza y de la que el hombre sólo se hace susceptible cuando forma parte de una multitud.

Una tercera causa, la más importante, determina en los individuos integrados en una masa, caracteres especiales, a veces muy opuestos a los del individuo aislado. Me refiero a la sugestibilidad, de la que el contagio antes indicado no es, además, sino un efecto.

Ahora bien...

Detenidas observaciones permiten demostrar que el individuo sumido algún tiempo en el seno de una multitud activa cae pronto, a consecuencia de los efluvios que de la misma emanan, en un estado particular, muy semejante al estado de fascinación del hipnotizado entre las manos de su hipnotizador. Paralizada la vida cerebral del sujeto hipnotizado, se convierte éste en esclavo de todas sus actividades inconscientes, que el hipnotizador dirige a su antojo. La personalidad consciente desaparece; la voluntad y el discernimiento quedan abolidos. Sentimientos y pensamientos son entonces orientados en el sentido determinado por el hipnotizador.

Tal es, aproximadamente, el estado del individuo integrado en una multitud. No tiene ya consciencia de sus actos. En él, como en el hipnotizado, quedan abolidas ciertas facultades y pueden ser llevadas otras a un grado extremo de exaltación. La influencia de una sugestión le lanzará con ímpetu irresistible, a la ejecución de ciertos actos. Ímpetu más irresistible aún en las multitudes que en el sujeto hipnotizado, pues siendo la sugestión la misma para todos los individuos, se intensificará al hacerse recíproca.

Así, pues... 

La desaparición de la personalidad consciente, el predominio de la personalidad inconsciente, la orientación de los sentimientos y de las ideas en igual sentido, por sugestión y contagio, y la tendencia a transformar inmediatamente en actos las ideas sugeridas, son los principales caracteres del individuo integrado en una multitud. Perdidos todos sus rasgos personales, pasa a convertirse en un autómata sin voluntad.

Por el solo hecho de formar parte de una multitud, desciende, pues, el hombre varios escalones en la escala de la civilización. Aislado, era quizás un individuo culto; en multitud, es un instintivo, y por consiguiente, un bárbaro. Tiene la espontaneidad, la violencia, la ferocidad y también los entusiasmos y los heroísmos de los seres primitivos.

La multitud es impulsiva, versátil e irritable y se deja guiar casi exclusivamente, por lo inconsciente. Los impulsos a los que obedece pueden ser, según las circunstancias, nobles o crueles, heroicos o cobardes, pero son siempre tan imperiosos que la personalidad e incluso el instinto de conservación desaparecen ante ellos. Nada, en ella, es premeditado. Aun cuando desea apasionadamente algo, nunca lo desea mucho tiempo, pues es incapaz de una voluntad perseverante. No tolera aplazamiento alguno entre el deseo y la realización. Abriga un sentimiento de omnipotencia. La noción de lo imposible no existe para el individuo que forma parte de una multitud.

La multitud es extraordinariamente influenciable y crédula. Carece de sentido crítico y lo inverosímil no existe para ella. Piensa en imágenes que se enlazan unas a otras asociativamente, como en aquellos estados en los que el individuo da libre curso a su imaginación sin que ninguna instancia racional intervenga para juzgar hasta qué punto se adaptan a la realidad sus fantasías. Los sentimientos de la multitud son siempre simples y exaltados. De este modo, no conoce dudas ni incertidumbres.

Las multitudes llegan rápidamente a lo extremo. La sospecha enunciada se transforma ipso facto en indiscutible evidencia. Un principio de antipatía pasa a constituir, en segundos, un odio feroz.

Naturalmente inclinada a todos los excesos, la multitud no reacciona sino a estímulos muy intensos. Para influir sobre ella, es inútil argumentar lógicamente. En cambio, será preciso presentar imágenes de vivos colores y repetir una y otra vez las mismas cosas.

No abrigando la menor duda sobre lo que cree la verdad o el error y poseyendo, además, clara consciencia de su poderío, la multitud es tan autoritaria como intolerante… Respeta la fuerza y no ve en la bondad sino una especie de debilidad que le impresiona muy poco. Lo que la multitud exige de sus héroes es la fuerza e incluso la violencia. Quiere ser dominada, subyugada y temer a su amo… Las multitudes abrigan, en el fondo, irreductibles instintos conservadores, y como todos los primitivos, un respeto fetichista a las tradiciones y un horror inconsciente a las novedades susceptibles de modificar sus condiciones de existencia.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA
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Nota: Texto basado en los postulados de Le Bon en su libro "Psicología de las masas"

sábado, 18 de abril de 2015

Autoestima


Todos tenemos una “imagen personal”. Esta nos proporciona información acerca del aspecto que tenemos, en qué somos buenos y cuáles son nuestros puntos débiles. Pues bien, la autoestima está íntimamente ligada a ella. Es decir a las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos, aquellas cualidades, capacidades, modos de sentir o de pensar que nos atribuimos. En definitiva la “autoestima” es una valoración personal sobre la base de las sensaciones y experiencias que hemos ido incorporando a lo largo de la vida. Nos sentimos listos o tontos, capaces o incapaces, nos gustamos o no. 

ALGUNOS INDICADORES DE ALTA Y BAJA AUTOESTIMA
  • Autoestima alta: Siente paz interna, se establecen metas realistas, se desarrolla la amistad y las relaciones armoniosas, se sabe aceptar a sí mismo con sus luces y sombras, se es tolerante y comprensivo, se es optimista, humildad.
  • Autoestima baja: Anticipa resultados negativos, va en busca de objetivos no realistas, se establece relaciones complejas y competitivas, se tiende a comparar permanentemente con los demás, acusa a los otros y busca hacerlos sentir culpables, aislamientos, timidez, no se expresa lo que se siente, pesimismo, narcisismo, egocentrismo. 
Algunos puntos a tener en cuenta para desarrollar una autoestima sana. 
  • Escúchese a si mismo más que a los demás: Analice con cuidado las opiniones que de los demás vierten de usted, pero recuerde que usted y solo usted es quien debe tomar la última decisión acerca sí mismo. 
  • No compararse: Todas las personas somos diferentes; todos tenemos cualidades positivas y negativas. Aunque nos veamos “peores” que otros en algunas cuestiones, seguramente seremos “mejores” en otras; por lo tanto, no tiene sentido que nos comparemos ni que, nos sintamos “inferiores” a otras personas.
  • Aceptarnos a nosotros mismos: Es fundamental que siempre nos aceptemos. Debemos aceptar que, con nuestras cualidades y defectos, somos ante todo, personas importantes y valiosas. 
  • Hacerse consciente de los éxitos y logros obtenidos: Una forma de mejorar nuestra imagen consiste en hacernos conscientes de los logros o éxitos que tuvimos en el pasado. 
  • Tener Confianza: Confiar en nosotros mismos, en nuestras capacidades y en nuestras opiniones, sin preocuparse excesivamente por la aprobación de los demás. Este punto está íntimamente relacionado con el autoconocimiento. Todo el tiempo que nos dediquemos a autoconocernos, es un tiempo valiosísimo.
  • No generalizar: A partir de las experiencias negativas que podamos tener en ciertos ámbitos de nuestra vida. Debemos aceptar que podemos haber tenido fallos, pero esto no quiere decir que en general y en todos los aspectos de nuestra vida seamos “desastrosos”. Dicho con otras palabras, no debemos pensar en que todo es blanco o negro, ya que eso genera ansiedad y frustración.
  • Centrarnos en lo positivo: Invierta su energía y tiempo en centrase en lo positivo que usted tiene o lo rodea. Debemos acostumbrarnos a observar las características buenas que tenemos. Todos tenemos algo bueno de lo cual podemos sentirnos orgullosos; debemos apreciarlo y tenerlo en cuenta cuando nos evaluemos a nosotros mismos. 
  • Jugar más: Haga del momento de la diversión una prioridad, hoy y todos los días. Motívese con el trabajo que realiza, aprenda a reírse de sí mismo, ríase en soledad... reír en soledad no es una locura cuando uno es consciente de lo que le motiva a reírse. También es bueno jugar con los niños. Si tiene hijos chicos o nietos, sáquese la vergüenza de encima y tírese con ellos al suelo para jugar. No se preocupe por que se ensucia el pantalón o la pollera. ¡juegue!, ¡Diviértase!, deje salir al niño o la niña que guarda adentro. 
  • Elija sus momentos: Cada ser humano tiene derecho a elegir el momento de estar en soledad y el momento de estar con los amigos, con el novio/a, con el esposo/a, o con los familiares. Sea usted quien decida, sin que ello lleve a enfrentamientos. 
  • Acepte la oscuridad: Aprenda a sentirse más cómodo en la incomodidad. Es importante ser curioso y experimentar cosas nuevas cada día. No debe temerle a las derrotas, ellas le ayudarán a decidir mejor y lograr el triunfo final.
  • Elaborar proyectos de autosuperación: Una buena forma de mejorar la autoestima es tratar de superarnos en aquellos aspectos de nosotros mismos con los que no estemos satisfechos, cambiar esos aspectos que deseamos mejorar. Para ello es útil que identifiquemos qué es lo que nos gustaría cambiar de nosotros mismos o qué nos gustaría lograr, luego debemos establecer metas a conseguir y esforzarnos para llevarlas a cabo y lograr esos cambios. Goethe decía: "Cualquier cosa que puedas hacer, o sueñes con hacer, hazla. La audacia tiene genio, magia y poder en ella. Empieza ahora"

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA
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sábado, 21 de marzo de 2015

Inteligencia Emocional


Conferencia sobre Inteligencia Emocional brindada en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba por el Coach Juan Carlos Lorenzo

viernes, 13 de marzo de 2015

Que no te controlen... tu no eres marioneta de nadie.



En esta oportunidad quiero reflexionar sobre "las formas" que se suelen utilizan en política para manejar a las masas. Y para introducirnos en el tema sugiero en primera instancia leer el libro "El Principe". Éste es un tratado de teoría política que escribió en 1513 Nicolás Maquiavelo. Allí podrán comprender concienzudamente las técnicas que muchos políticos aplican hoy en día, a nivel mundial.

Uno de los dichos mas famosos y conocidos de Maquiavelo es "Divide y reinarás". Este principio se sostiene en la idea de instalar el miedo en la sociedad.

Pero si nos acercamos un poco más a nuestros tiempos, me parece interesante citar a un afamado psiquiatra inglés llamado Wilfred R. Bion, quien desarrolló estudios grupales durante la segunda guerra mundial.

Este psiquiatra llegó a comprender cuales eran las leyes que regían a los grupos y las supo enumerar. Es así como surgieron lo que hoy conocemos como los supuestos básicos de Bion. 

Uno de estos supuestos básicos se llama "Ataque y fuga" y centra su idea en que si un líder presenta en forma sistemática enemigos a su alrededor, y este hecho se lo hace notar a sus seguidores, entonces se empieza a generar en las masas conductas paranoicas debido a que sienten miedo por las "amenazas presentadas".

Cuando una persona siente miedo no tiene muchas alternativas de respuesta... de hecho se concentran solo en dos posibilidades... o ataca o huye, (de allí el nombre del supuesto básico de Ataque y Fuga). Pero a la vez, si el líder pone en práctica otro de los supuestos básicos que es el de "Dependencia", mostrándose como "El Padre Protector" las masas reaccionan con violencia frente a esas "supuestas amenazas" y se instala la idea de que quién piensa diferente es un enemigo. 

A su vez, la situación se acentúa más si se utiliza el tercer supuesto básico que es el de "Emparejamiento", ya que este tercer supuesto nos retrotrae a nuestra más tierna infancia y se mueven resortes inconscientes que nos provocan una transferencia. En este caso los líderes se corresponden con una fantasía inconsciente almacenada que los asemeja a nuestra mamá y papá, es por ello que empezamos a sentir que nos cuidan y protegen. Luego, no podemos aceptar ni concebimos la posibilidad de un reemplazo. En nuestra fantasía inconsciente a mamá y a papá no los podemos reemplazar por nadie. "Ellos son lo más... no hay otro que se les pueda parecer".

Lo cierto es que las masas no saben ni comprenden esto que estamos enunciando, pero los políticos sí, o en su defecto son asesorados por psicólogos para que apliquen estos mecanismos. De manera que la gente no se da cuenta que están siendo manipuladas y que son objeto de un experimento social, que en el fondo apunta a perpetuarse en el poder.

Quiero finalizar con una última sugerencia. Propongo ver una película estadounidense llamada La Ola. En ella podrán ver el desarrollo de un experimento social llevado adelante por un profesor en su aula con sus alumnos. Espero que la disfruten y les sirva para tomar consciencia y reflexionar al respecto. 

Un saludo especial.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA
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viernes, 6 de marzo de 2015

SER - HACER - TENER




Son muchas las personas que en sus explicaciones y argumentos construyen la idea de que primero necesitarían TENER algo, ya sea cosas materiales, cualidades, atributos, etc., para luego poder HACER determinadas cosas y finalmente SER aquello que anhelan.

"Qué lindo sería tener plata para viajar y conocer el mundo"... "Si tuviera más tiempo podría trabajar en lo que me gusta"... etc.

Sin embargo no se dan cuenta que están invirtiendo las cosas y se sostienen en un paradigma que no solo es falso, sino que además, les permite "conseguir" la excusa perfecta para victimizarse.

Soy un convencido que para comprender los grandes misterios de la vida, debemos observar las leyes que a éste lo gobiernan. Había un gran sabio que decía “Así como es arriba es abajo y como es adentro es afuera”. Si queremos comprender como es un átomo, simplemente observemos como funciona el sistema solar, porque en definitiva es un átomo gigante.

Ahora bien, por qué hago mención a esto…

Porque si observamos con criterio lógico, podremos comprender que el “TENER”, no produce el “SER”, sino que precisamente es al revés. Todo es y está en una directa proporción con nuestro Nivel de SER.

El afamado Psiquiatra norteamericano Wayne Dyer, autor de libros como; Tus Zonas Erróneas, El poder de la Intención, entre muchos otros títulos, decía: "La abundancia no se obtiene, se sintoniza". Esto significa que todo es un estado de consciencia. En la vida no tenemos que hacer nada, todo es cuestión de lo que estamos siendo. Con esto quiero decir que si decidimos con anticipación lo que en realidad queremos SER, ello produce automáticamente una acción y un comportamiento, que a su vez, nos lleva a una experiencia.

Todos los estados espirituales y mentales se reproducen a sí mismos en el exterior.

Todo lo que en la vida nos envuelve y rodea, es el reflejo de lo que somos, de manera que,  es exactamente lo que merecemos vivir.

Nuestra existencia se corresponde con un estado de consciencia, la cual puede ir variando conforme vayamos comprendiendo estos conceptos que estamos explicando. A esto lo podemos denominar “Nivel de SER”.

Hay personas que desde que nacen hasta que mueren viven siempre en el mismo Nivel de SER. No cambian y en consecuencia, podemos observar que viven circunstancias en forma cíclica y repetitiva, esbozando de un modo permanente el cántico psicológico acorde a su Nivel de Ser. Por ejemplo, el que poca autocrítica tiene vivirá proyectando culpas y responsabilidades a los hechos, a las circunstancias y a las personas que lo rodean y eso lo llevará a vivir, una y otra vez, circunstancias parecidas en donde solo se modifican los actores. Raro sería que sus interrogantes los proyecte hacia una actitud de protagonista. Por ejemplo preguntarse, ¿Qué tiene que aprender de esto que le está ocurriendo?, ¿Qué puede hacer para minimizar el dolor que le provoca tal o cual situación?, ¿Cómo actuó frente a determinados acontecimientos? y ¿Cómo debería proceder la próxima vez?, ¿Bajo que valores y principios se deben sostener sus próximas decisiones?, etc.   

Algo que me ayudó mucho a comprender esto que hoy estoy afirmando, es imaginarme que soy el director de una orquesta. Siendo esa orquesta el mundo que me rodea. Si la melodía que me acompaña no me agrada, no critico a los “músicos” porque ellos solo respetan y siguen mis movimientos. En consecuencia, dirijo la mirada y mi atención hacia la forma en que muevo la batuta, para luego corregir lo que tenga que corregir.

Es así con todos los aspectos de la vida...

Debemos comprender que nuestro estado de salud se corresponde con nuestro Nivel de SER… que las finanzas y economía, también se corresponden con nuestro Nivel de SER… que nuestro trabajo se corresponde con nuestro Nivel de SER

Un gran filósofo Inglés llamado James Allen en su obra “Como el hombre piensa” dice: “El hombre cree que puede mantener sus pensamientos en secreto, más se equivoca, sus circunstancias lo revelan a si mismo”. Emmanuel Kant, por su parte, en la obra “Crítica de la Razón Pura” nos dice: “El exterior es la reflexión del interior”. Hasta el mismo Jesús decía: “Por sus frutos os daréis cuenta”. Y así podríamos continuar con muchos otros autores.

Entonces, la felicidad no es un objetivo al cual nos tenemos que dirigir, sino que es un sendero filosófico que hay que aprender a transitar. Porque es un estado espiritual que luego va descendiendo como cascada hacia el resto de los planos dimensionales que nos constituyen. (mente, emoción, cuerpo y entorno físico), al igual que todos los demás estados que producen eventos y acontecimientos a nuestro alrededor.

En base a todo lo señalado, podemos afirmar que primero debemos SER eso que anhelamos SER, (compasivos, respetuosos, alegres, felices, etc.), luego, empezar a HACER las cosas desde ese punto de vista. Esto significa que si necesito que me respeten, porque ese es el comportamiento que quiero obtener de los demás para conmigo, entonces, lo primero que debo es SER respetuoso para conmigo y para con los demás.

Ahora bien, para avanzar en este camino, e ir construyendo un círculo virtuoso, podemos empezar preguntándonos ¿Cómo actuaría si fuera tal o cual cosa?, ¿Cómo procedería desde ese nivel de SER?, ¿Qué sentiría al hacerlo de esa manera? Y pronto descubriremos que actuando desde ese nuevo paradigma, estaremos haciendo las cosas de un modo distinto, que luego terminarán proporcionándonos resultados distintos. Lo que nos permitirá TENER aquello que siempre hemos deseado.

Recordemos esto que es muy importante… Los estados espirituales y mentales se reproducen a sí mismos en el exterior.

El rico habla de sus riquezas y el pobre de sus pobrezas.
El enfermo de sus dolencias y el obeso de sus apetencias.
En consecuencia, todo eso se expande en sus vivencias.

Un gran secreto en todo este proceso, es actuar como si ya tuviéramos en nuestras manos lo que anhelamos, y en consecuencia, lo atraeremos a nuestra vida.

Ahora bien... sentirnos como si ya fuésemos aquello que deseamos SER es una de las más importantes claves, de lo contrario, se perderá el beneficio de la acción.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA
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