El Rabino Baal Shem Tov les estaba enseñando a sus
discípulos, cuando de pronto fueron interrumpidos por un golpe en la persiana.
Un aldeano, que arrastraba un carro lleno de herramientas, se paró del otro
lado de la ventana y preguntó:
- ¿Necesitan arreglar algo?, ¿alguna mesa que se tambalee,
alguna silla rota?, ¿quizás falta un ladrillo en la chimenea?
- ¡No, no!, fue la impaciente respuesta de los alumnos,
que deseaban continuar la clase. Todo está en perfectas condiciones. No
necesitamos arreglar nada.
- ¿De veras?, ¿nada para arreglar?- dijo el campesino. -Es
imposible que sea así. Fíjense bien y seguramente encontrarán algo que requiera
de una corrección o ajuste.
En ese instante el rabino dijo a sus discípulos:
- “Muchas veces les enseñé que nada sucede por casualidad.
Cada evento tiene un propósito y de cada cosa que vemos o escuchamos nos debe
quedar una enseñanza. Reflexionemos acerca de las palabras que acabamos de escuchar
de un simple aldeano. Qué profundas y relevantes son para cada uno de nosotros
¿Está todo realmente en perfectas condiciones? A veces parece ser así pero si
uno realmente busca en su corazón y evalúa su vida, encontrará seguramente algo
para reparar....”
Muchas veces decimos: "está todo bien" pero
dentro nuestro sabemos que hay una cantidad de espacios que requieren de
nuestra atención. Pero pareciera que si no los reconocemos es como si no
existieran. Nos quedamos esperando como si se pudieran solucionar solos. Lo
único que necesitan es nuestra atención y la declaración de que no queremos
seguir así.
La declaración de QUIEBRE es la posibilidad de
decir BASTA cuando no queremos más, de lo que está pasando. Esta es una
declaración que está profundamente relacionada con el tiempo que transcurre
entre el momento en que necesitamos decir basta y el momento en que podemos
hacerlo. Muchas veces nos quedamos postergando nuestra atención sin darnos
cuenta que ese momento no llega nunca, a menos que lo hagamos llegar nosotros
mismos. Sin quiebres, no hay aprendizaje ni crecimiento.
¿No le encantaría haberse dado cuenta que podría haber
dicho BASTA mucho antes de lo que lo
hizo?
Los quiebres provocan que aquello que era invisible para
nosotros, se nos haga patente y presente. Diremos que un quiebre es ese momento
en que lo automático del devenir de la vida, es interrumpido por un momento de
atención y conciencia en la tarea que estamos ejecutando.
El quiebre vive en la interpretación de que el curso de
los acontecimientos cambió. Sin ese juicio no hay quiebre.
Para finalizar me gustaría invitarlo en este momento a
llevarle a un espacio de reflexión:
¿Está todo bien en su vida?
¿En todas las áreas?
¿Qué es lo que está tolerando y no es como a usted le gustaría?
¿Hasta cuándo piensa no enfocarse en ese tema?
¿Cuándo va a declarar BASTA para tener la oportunidad de encararlo y volver a empezar?
¿Está todo bien en su vida?
¿En todas las áreas?
¿Qué es lo que está tolerando y no es como a usted le gustaría?
¿Hasta cuándo piensa no enfocarse en ese tema?
¿Cuándo va a declarar BASTA para tener la oportunidad de encararlo y volver a empezar?
Conclusión:
Podemos decir entonces que un quiebre es una interrupción
en el fluir transparente de nuestra vida, en el que tomamos conciencia de un
campo específico que antes no identificábamos.
Carl Jung decía: “Hasta
que el inconsciente no se haga consciente, el inconsciente dirigirá tu vida y
tú le llamarás destino.”
Para quien no se anima, entonces, a sondear
estos espacios, la historia se le repetirá una y otra vez; como penitencia por
su incapacidad o negación por escuchar el devenir de la vida.
Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico
PNLCBA CONSULTORA