viernes, 13 de febrero de 2015

La importancia de saber decir: BASTA

El Rabino Baal Shem Tov les estaba enseñando a sus discípulos, cuando de pronto fueron interrumpidos por un golpe en la persiana. Un aldeano, que arrastraba un carro lleno de herramientas, se paró del otro lado de la ventana y preguntó:

- ¿Necesitan arreglar algo?, ¿alguna mesa que se tambalee, alguna silla rota?, ¿quizás falta un ladrillo en la chimenea?

- ¡No, no!, fue la impaciente respuesta de los alumnos, que deseaban continuar la clase. Todo está en perfectas condiciones. No necesitamos arreglar nada.

- ¿De veras?, ¿nada para arreglar?- dijo el campesino. -Es imposible que sea así. Fíjense bien y seguramente encontrarán algo que requiera de una corrección o ajuste.

En ese instante el rabino dijo a sus discípulos:

- “Muchas veces les enseñé que nada sucede por casualidad. Cada evento tiene un propósito y de cada cosa que vemos o escuchamos nos debe quedar una enseñanza. Reflexionemos acerca de las palabras que acabamos de escuchar de un simple aldeano. Qué profundas y relevantes son para cada uno de nosotros ¿Está todo realmente en perfectas condiciones? A veces parece ser así pero si uno realmente busca en su corazón y evalúa su vida, encontrará seguramente algo para reparar....”

Muchas veces decimos: "está todo bien" pero dentro nuestro sabemos que hay una cantidad de espacios que requieren de nuestra atención. Pero pareciera que si no los reconocemos es como si no existieran. Nos quedamos esperando como si se pudieran solucionar solos. Lo único que necesitan es nuestra atención y la declaración de que no queremos seguir así.

La declaración de QUIEBRE es la posibilidad de decir BASTA cuando no queremos más, de lo que está pasando. Esta es una declaración que está profundamente relacionada con el tiempo que transcurre entre el momento en que necesitamos decir basta y el momento en que podemos hacerlo. Muchas veces nos quedamos postergando nuestra atención sin darnos cuenta que ese momento no llega nunca, a menos que lo hagamos llegar nosotros mismos. Sin quiebres, no hay aprendizaje ni crecimiento.

 
¿No le encantaría haberse dado cuenta que podría haber dicho BASTA mucho antes de lo que  lo hizo?

Los quiebres provocan que aquello que era invisible para nosotros, se nos haga patente y presente. Diremos que un quiebre es ese momento en que lo automático del devenir de la vida, es interrumpido por un momento de atención y conciencia en la tarea que estamos ejecutando.

El quiebre vive en la interpretación de que el curso de los acontecimientos cambió. Sin ese juicio no hay quiebre.

Para finalizar me gustaría invitarlo en este momento a llevarle a un espacio de reflexión:

¿Está todo bien en su vida?
¿En todas las áreas?
¿Qué es lo que está tolerando y no es como a usted le gustaría?
¿Hasta cuándo piensa no enfocarse en ese tema?
¿Cuándo va a declarar BASTA para tener la oportunidad de encararlo y volver a empezar?


Conclusión:

Podemos decir entonces que un quiebre es una interrupción en el fluir transparente de nuestra vida, en el que tomamos conciencia de un campo específico que antes no identificábamos.

Carl Jung decía: “Hasta que el inconsciente no se haga consciente, el inconsciente dirigirá tu vida y tú le llamarás destino.”

Para quien no se anima, entonces, a sondear estos espacios, la historia se le repetirá una y otra vez; como penitencia por su incapacidad o negación por escuchar el devenir de la vida.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA
www.pnlcbaconsultora.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario